Los rituales en ceremonias civiles van evolucionando, cada vez son más las bodas donde se realiza un ritual que permite que sean ceremonias cargadas de simbolismo y sentimiento con las que los novios hacen partícipes de su amor a todos los presentes.
Origen del ritual de las bodas de arena
Desde tiempos ancestrales se viene celebrando en las bodas el rito de las “Bodas de arena”. Este consiste en que, tanto la novia como el novio, traen sendos recipientes con arena de su lugar de origen. Tras el intercambio de anillos, ambos vierten a la vez la arena de su recipiente en un gran reloj de arena, mezclándose ambos en uno sólo, y simbolizando la unión del matrimonio al que cada uno aporta su “granito de arena” para el futuro.
El reloj de arena formará parte de la decoración del hogar del nuevo matrimonio y cada vez que se gire refrescará el matrimonio manteniendo la solidez de su unión.
Otra alternativa al reloj de arena es un recipiente principal, donde los novios verterán de forma simultánea la arena que cada uno lleva en su propio jarrón, por lo que se irán mezclando formando un bonito dibujo.
La idea es teñir la arena de cada uno de un color consiguiendo un espectacular resultado estético cuando se unan en el recipiente principal. También es habitual que se realicen con otro tipo de recipientes, aunque es preferible siempre que tengan tapa.
Amigos y familiares en el ritual de las bodas de arena
En algunas ocasiones, amigos y familiares cercanos también vierten en el recipiente principal, su granito de arena para simbolizar que participarán y estarán siempre con el nuevo matrimonio.
Lo ideal para acompañar este momento es que el oficiante o algún amigo lea un texto que simbolice la unión.
Se trata de una excelente alternativa al intercambio de las arras para las ceremonias civiles.
Y vosotras, ¿incluiríais este bonito momento en vuestra ceremonia?